miércoles, 30 de noviembre de 2016

MÓDULO IV. PROYECTO FINAL. PRESENTACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS.

MÓDULO IV. PROYECTO FINAL. PRESENTACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS.

Descripción del caso: (caso nº 2. Víctima activa)
Nos encontramos con una clase de 6º de primaria (11 años de edad) que cuenta con 28 alumnos y que el número de niños y de niñas está equiparado.
Observando los datos que aporta el test sociométrico sobre el ambiente en el grupo nos llama la atención la situación de rechazo y riesgo de acoso escolar en la que se encuentran 3 alumnos, especialmente la alumna 24, ya que 20 de sus 28 compañeros opina que  le aíslan, que es una alumna rechazada y que hablan mal de ella. También opinan que bastantes veces le maltratan físicamente y le insultan pero que nunca le han molestado a través de internet o el móvil.
La alumna 24 cuenta con unas premisas personales que al parecer, el resto de sus compañeros no terminan de entender. Es una alumna inquieta e impulsiva, pero consciente del maltrato que sufre por parte de sus compañeros.

Características del Centro.
El centro en el que he contextualizado el caso se trata de un colegio público de línea 1 en infantil y 2 en primaria, situado en un municipio de unos 2.100 habitantes, por lo tanto, parto de la base de que la mayoría de los alumnos, así como las familias, se conocen.
El alumnado proviene de diferentes nacionalidades y las familias son de clase socio-cultural media y media-baja. Las familias, en general, no muestran demasiada implicación en las labores llevadas a cabo por parte del colegio. Dicha falta de participación se debe a diferentes motivos, tales como: motivos laborales, desconocimiento del idioma…

Propuesta de intervención
Tras observar la gravedad del caso que atañe tanto a la alumna 24 como a otros dos de sus compañeros decidí orientar la intervención para trabajar una serie de medidas y actuaciones dirigidas a la víctima, a los acosadores y al resto de del grupo.
La mayoría de estas medidas están dirigidas a trabajar aspectos emocionales,  el control de la ira y los impulsos, la mejora de las habilidades sociales, la empatía, el uso de metodologías activas que fomenten la relación entre todos los miembros del grupo,etc., Estas medidas se trabajarían individualmente con la víctima y los agresores. También con los profesionales del Departamento de Orientación, y por último en grupo junto con el Tutor/a. Sin olvidar al resto de personal del centro que tiene relación tanto con el grupo como con la víctima.

Este protocolo de actuación, así como las medidas establecidas, están en consonancia con lo establecido en el Plan de Convivencia del Centro.

Medidas organizativas
Junto con las medidas y actuaciones establecidas en la propuesta de intervención, que van especialmente dirigidas a trabajar individualmente con los implicados directamente (alumna acosada, acosadores, y grupo-clase), se deben establecer otras medidas de carácter organizativo, que apoyen y complementen las anteriores.
Las medidas irán encaminadas a solventar el problema de acoso que encontramos con la alumna 24 así como a fomentar en todos nuestros alumnos valores fundamentales para que reine la buena convivencia, valores tales como el respecto, el compañerismo o la empatía. Valores que son fundamentales en el día a día de una persona.

m Medidas organizativas a  nivel de centro y protocolo de actuación:
El centro tomará medidas en los espacios comunes, ya que son estos espacios, lugares, que por sus características, los acosadores pueden aprovechar para agredir a la víctima y poder pasar desapercibido o poder negar sus actos por falta de evidencias.
Cuando hablamos de espacios comunes nos referimos a  filas, patios, intercambios de clase y comedores.

En las entradas los alumnos acuden de forma autónoma a sus clases, no hacen filas, ya que veíamos que en ellas se producían muchas situaciones de conflicto entre ellos. Los alumnos desde que entran por la puerta principal del colegio, están vigilados por personal del centro. Una vez acceden a sus edificios correspondientes, los profesores los esperamos en las puertas de las aulas y vigilamos los pasillos. Asimismo el equipo directivo, también se encarga a diario de controlar la entrada de los alumnos y evitar cualquier tipo de conflicto que pueda surgir con el mismo.


En las salidas todas las clases son acompañadas por sus tutores desde el aula hasta ser entregados a las familias.

Los patios requieren una especial atención, ya que es un periodo de tiempo en el que pueden surgir muchos conflictos, y donde los alumnos acosadores, aprovechan para agredir a sus víctimas e intentar pasar desapercibidos. Para fomentar que el tiempo de patio sea un tiempo de disfrute para todos los niños, y donde reine la buena convivencia entre ellos, hemos creado un programa de patio y unas patrullas de patio que consisten en lo siguiente.
Los alumnos cuentan con diferentes espacios del patio para realizar varios tipos de juegos. El centro cuenta con dos baúles llenos de juegos para el patio. En él encontramos juegos de mesa (tales como el parchís, las damas, el dominó…), juegos de bolos, petanca, aros, balones, combas…. Los alumnos tienen la opción de acudir al baúl y coger el material con el que le apetezca jugar y es responsable de cuidarlo y devolverlo al finalizar el patio.
Durante el tiempo de patio encontramos 3 patrullas formadas por niños: La patrulla de convivencia, la patrulla de cuidado del medio ambiente y la patrulla responsable del baúl. Las funciones de dichas patrullas son las siguientes:
   àPatrulla de convivencia: Ayudar a los alumnos cuando son molestados, cuando están tristes, hacer de mediadores en situaciones de conflicto y trasladar la información a los profesores que estén cuidado patio.
   àPatrulla del cuidado del medio ambiente: Son los encargados de concienciar al resto de niños la importancia de mantener todas las instalaciones limpias y de tirar la basura en los contenedores adecuados con el fin de que sean conscientes de la importancia del cuidado del medio ambiente.
   àPatrulla responsable del baúl: Se encargan de repartir el material al inicio de patio y recogerlo al final. Para ello llevan un registro y se cercioran de que todos los alumnos devuelvan lo que se les ha prestado.
Los alumnos que forman las patrullas van rotando a lo largo del curso. Dichas patrullas están formadas por los alumnos de 4º, 5º y 6º de primaria.

Al ser un centro bilingüe contamos con profesores nativos “assistants” que también participan de forma activa en los patios, realizando juegos típicos de sus países nativos. De esta forma, los niños se divierten, aprenden culturas nuevas y practican el idioma.
El patio está vigilado por 4 profesores, cada uno en un puesto concreto, con el fin de que no quede ningún espacio sin vigilar, donde se puedan suceder situaciones de acoso.
En los intercambios de clase los que se mueven son los alumnos no los profesores. Al ser un centro bilingüe, los alumnos cuentan con su aula de asignaturas en español y su aula de asignaturas en inglés. De manera que son ellos, que de manera organizada, van de una clase a otra (las clases siempre están una en frente de la otra) mientras los profesores cuidamos de que estos cambios se produzcan sin incidencias.
El periodo de tiempo del comedor (comida + patio) es frecuentemente utilizado por los acosadores para molestar a las víctimas ya que aprovechan la ausencia de docentes, por ello es de vital importancia la colaboración e implicación del personal encargado del buen funcionamiento de este servicio. Además, durante este periodo, está de guardia uno de los miembros del equipo directivo, encargado de velar por que reine un buen clima entre los niños y sanciona las conductas que no son apropiadas aplicando el RRI del centro.
Por último y muy importante es centrarnos en las reuniones informativas con las familias. Es muy importante que tratemos el acoso escolar en estas reuniones con la finalidad de aportar información acerca de los beneficios de crear un clima de escucha en casa que nos permita identificar y comprender los sentimientos de los niños. Es fundamental, para resolver este tipo de situaciones, que las familias se mantengan en contacto de forma periódica con el tutor de sus hijos e intercambien información acerca de cómo se siente el niño tanto en clase como en casa. Sin olvidar las reuniones con los padres de los alumnos que han tomado el papel de acosadores, ya que deben estar informados puntualmente de las actitudes que muestra su hijo/a en el colegio para trabajar con ellos en casa, así como informarles en persona de las sanciones que se le han impuesto o se le van a imponer basándonos en el RRI del centro.
En nuestro centro dedicamos un día a la semana a las reuniones con las familias, y les animamos a que vengan ya que creemos que es de vital importancia que la vida en casa y la vida en la escuela tengan coherencia y estemos todos coordinados y sigamos un plan común.
Todos estos aspectos están recogidos en el PLAN DE CONVIVENCIA del centro, así como las personas responsables, las sanciones establecidas para cada uno de los actos y las personas encargadas de aplicar dichas sanciones.


m Medidas organizativas a nivel de aula/grupo y protocolo de actuación:
Planteamos las estrategias organizativas en base al problema que encontramos tanto con la alumna 24 como con otros 2 de sus compañeros que se encuentran en riesgo de acoso escolar.
Dado que los problemas surgen en el grupo, debemos también solucionarlos en el grupo, utilizando estrategias que modifiquen la situación de aislamiento y rechazo de la víctima dentro del grupo; reforzando su red social y así evitar la repetición de estos episodios. Para ello veo conveniente trabajar los siguientes aspectos:

z Cambios periódicos en la organización de la clase:
 Gracias a estos cambios, se fomentan relaciones sociales, que probablemente no se producirían de un modo natural. Dicho esto, yo propongo colocarlos en grupos heterogéneos de entre 4 y 5 integrantes. Donde la alumna acosada como los alumnos con riesgo de sufrir acoso se sentarán cerca de alumnos prosociales que tengan unas buenas habilidades sociales y que puedan favorecer un protocolo de ayuda entre iguales, para que así los alumnos más desfavorecidos socialmente se encuentren más arropados, integrados y se sientan parte del grupo.

z Utilizar metodologías activas
Los objetivos que se pretenden conseguir con la metodología activa se basan en hacer que los individuos:
·         Se conviertan en los responsables de su propio aprendizaje, desarrollando habilidades de búsqueda, selección, análisis y evaluación de la información.
·         Participen en actividades que les permitan intercambiar experiencias y opiniones con sus compañeros.
·         Lleven a cabo procesos de reflexión sobre lo que hacen, cómo lo hacen y qué resultados logran.
·         Tengan conciencia de su entorno a través de actividades, como trabajos de proyectos o estudios de casos.
·         Desarrollen aspectos como la autonomía, el pensamiento crítico, actitudes colaborativas, destrezas profesionales y capacidad de autoevaluación.
·         Desarrollen la conciencia grupal y la reflexión individual y colectiva de la realidad cotidiana.

Este tipo de metodologías cohesiona el grupo y ayudan a fomentar la interrelación entre los alumnos. Por tanto se solicitará a los distintos profesores del grupo que diseñen este tipo de actividades en sus asignaturas.

Algunas de las metodologías activas que podemos poner en práctica en este aula de 6º, con el fin de mejorar la relación entre los alumnos, y así poner fin a las situaciones de acoso y exclusión son las siguientes:
ü  Aprendizaje por proyectos.
ü  Metodología de estudio de casos.
ü  Aprendizaje cooperativo.
ü  Aprendizaje demostrativo.
ü  Game - Based Learning.
ü  Rincones de actividad.

z Trabajar valores fundamentales con el grupo:
Otra de las actuaciones que tendremos con el gran grupo será plantearnos objetivos educativos que favorezcan la calidad de las relaciones personales. Para ello trabajaremos valores clave como son la tolerancia, la empatía, el respeto… y tendremos frecuentes charlas grupales donde se favorezcan el intercambio de opiniones, con el objetivo de que todos se sepan poner en el lugar del otro  y diferenciar lo que está bien de lo que no.
Para ello podemos realizar juegos y dinámicas tales como:
o    Siluetas de alabanzas.
o    El libro de los sentimientos de la clase.
o    El amigo invisible.
o    El libro de “Yo soy maravilloso”.
o    El rincón de escuchar.

Seguimiento de la intervención
Hablaremos periódicamente con la alumna, aportándole la confianza necesaria para que nos cuente cualquier situación negativa para ella que se pudiera repetir. Además, nos mantendremos en contacto de forma frecuente con su familia, tanto para saber cómo se encuentra su hija como para coordinarnos en el trabajo de las habilidades sociales que queremos fomentar.
También llevaremos un seguimiento de las informaciones que nos ofrezcan los alumnos prosociales. Para ello, nos reuniremos de forma periódica con ellos, que nos aportarán su punto de vista y nos serán de gran ayuda para saber si realmente el clima de la clase está cambiando y sobre todo, saber si la situación de su compañera está mejorando.
Pasados unos meses, y siempre que veamos que la situación sigue un camino positivo, volveremos a realizar el sociograma, para ver si realmente a situación está mejorando. Si no es así tendremos que cambiar de estrategias y considerar, si fuera necesario, nuevos ayudantes o compañeros de mesa.

Veo necesario, comunicar de forma periódica al resto de la comunidad educativa el estado en el que se encuentra el caso, ya que todos velamos por el bien de nuestros alumnos.

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